Problemas del sueño
Los trastornos del sueño son muy frecuentes en los ancianos. Teniendo en cuenta el crecimiento de este grupo de población en las sociedades occidentales, tiene gran importancia el conocimiento de las enfermedades del sueño que les afectan y cuál debe ser su tratamiento. Un porcentaje destacado de estas personas sufre demencia; el manejo de sus trastornos del sueño es complejo. El adecuado control del insomnio y de la excesiva actividad nocturna que suelen producirse en las fases avanzadas de la enfermerdad tiene una importante repercusión social.
En el alzhéimer, el sueño se caracteriza por aumento de los despertares en duración y frecuencia, y aumento de las siestas diurnas, además de por disminución del sueño lento profundo (fase 3-4 del sueño no-REM) y del sueño REM. El insomnio es el síntoma más frecuente y puede existir en cualquiera de las etapas de la enfermedad. Algunos estudios indican que en el 20 por ciento de las personas con alzhéimer aumenta la confusión, la ansiedad y la agitación; síntomas que comienzan al final del día. Otras personas pueden experimentar cambios en su horario de sueño e inquietud durante la noche. Esta interrupción en el ciclo de sueño del cuerpo puede dar lugar a más problemas de comportamiento.
A continuación te damos unas pautas para saber paliar los problemas de sueño en personas con alzhéimer:
Mantén bien iluminada la casa por la noche
Una iluminación adecuada reduce la agitación que se produce cuando el entorno es oscuro o desconocido.
Asegúrate de que el ambiente sea cómodo y seguro para dormir
La zona de descanso debe estar a una temperatura confortable. Las cerraduras de puertas y ventanas también deben ser las adecuadas. Puedes añadir sensores y detectores de movimiento.
Fija un horario
Anímale a acostumbrarse a una rutina de comidas y descanso. Esto le ayudará a tener un sueño más profundo y reparador por la noche.
Evita los estimulantes y las cenas pesadas
Evita la nicotina y el alcohol. Las mayores cantidades de comida se deben ingerir en el almuerzo; por la noche prepárale una cena ligera.
Planea días activos
Una persona que descansa la mayor parte del día es probable que se despierte por la noche. Por la tarde planifica actividades como: citas con el médico, pasear o bañarse. Fomenta el ejercicio diario regular, pero realizarlo, como muy tarde, cuatro horas antes de acostarse.
Identifica los factores desencadenantes
Limita las distracciones ambientales, especialmente durante las horas de la tarde (televisión, niños, tareas complicadas, música alta, etc).
Sé consciente de tu propio agotamiento mental y físico
Si te sientes estresado por la tarde, la persona puede sentirse confuso y agitarse. Trata de descansar lo suficiente por las noches para que tengas más energía durante el día.
«Habla de los trastornos del sueño de la persona enferma con el médico para ayudar a identificar las causas y las posibles soluciones. Las dolencias físicas, como infecciones del tracto urinario o problemas de incontinencia, síndrome de piernas inquietas o apnea del sueño, pueden provocar o empeorar los problemas del sueño. La mayoría de los expertos animan al uso de tratamientos no farmacológicos, en lugar de la medicación. En algunos casos, cuando los enfoques no farmacológicos fallan, se pueden recetar medicamentos para reducir la agitación durante la tarde y/o noche. Infórmate y consulta a tu médico sobre los riesgos y beneficios de la medicación antes de tomar una decisión.»