Respeto y tolerancia
La dignidad del ser humano se basa en su libertad y autonomía. Ambas condiciones pueden alterarse en algunos momentos de la vida, ya sea por un deterioro físico o psicológico. Es por eso que debemos permitir que la persona que sufre alzhéimer siga tomando sus propias decisiones incluso en materias clínicas. Todos tenemos derecho a ser correctamente informados sobre nuestro estado de salud, además de los tratamientos y alternativas que tenemos a nuestra disposición para poder tomar una decisión bien fundamentada. Esto implica que, como cuidadores, debemos ayudarle a mantener su dignidad en la medida de lo posible.
La actitud del cuidador siempre debe ser de respeto hacia la persona enferma. No debemos olvidar que los sentimientos y la memoria emocional perduran hasta la última fase de la enfermedad. El trato debe ser exquisito y su dignidad debe prevalecer por encima de cualquier otra consideración.
Por ello os ofrecemos distintas formas para ayudar a preservar y respetar la dignidad de la persona dependiente:
Tono de voz
Mantén una actitud condescendiente y respetuosa. No le trates como si fuera un niño. Cuida tu tono y no le menosprecies.
Lenguaje
Evita usar palabras que le resten dignidad (pañal, babero, orinal, etc.). Trata de encontrar palabras alternativas que usaba antes de padecer la enfermedad.
Comunicación
Formular preguntas cerradas puede intimidarle si no conoce la respuesta. Una manera de entablar una buena comunicación es hacerle preguntas que pueda contestar.
Salir a pasear
Con un poco de imaginación y planificación, un paseo puede ser tremendamente gratificante. También puede ayudar a romper la monotonía del día.
Informar al enfermo
Varía en cada situación particular. Por ello, valora su estado físico y emocional en cada momento para poder decidir si es conveniente informarle de ciertos asuntos con antelación o no.
Informar a otros
En cualquier acontecimiento o evento debes informar al resto de las personas sobre la enfermedad y las necesidades especiales de tu familiar.
Relajarse y disfrutar
Procura evitar ponerte nervioso cuando estás con la persona que padece la enfermedad porque esa ansiedad se proyectará sobre ella. Si eres capaz de mantener la calma en cualquier situación, es más probable que podáis disfrutar del mismo.
«La dignidad humana es aquello que reconoce la condición única del ser humano; su libertad, inteligencia y capacidad de autonomía. Omitir a una persona con alzhéimer cierta información o condicionar su toma de decisiones es una actitud paternalista que atenta directamente contra su dignidad.»