Trastornos de ansiedad

 

Ansiedad en personas con demencia

 

La ansiedad en un paciente de avanzada edad se puede desencadenar ante diversas situaciones clínicas, principalmente asociadas a la demencia y al delirium. Aunque el deterioro cognitivo es el rasgo clínico fundamental de la demencia, los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia son prácticamente universales en estos pacientes en algún momento de la evolución de la enfermedad y, con frecuencia, dominan el cuadro clínico. Entre estos síntomas se incluyen la ansiedad y la agitación.

A nivel anímico, la ansiedad provoca angustia, temores, preocupación, inseguridad y, a nivel físico, tensión muscular e hiperactividad digestiva, cardíaca y respiratoria. La agitación por su parte conlleva una pérdida importante de la calidad de vida del paciente, debido no sólo al propio proceso, sino también al conjunto de estrategias para tratarlo, pues por una parte, se tiende a aislar y sobremedicar al paciente y, por otra, la sobrecarga del cuidador puede influir en la calidad de la atención que el paciente reciba. Por todo ello, es una situación que con frecuencia lleva a la claudicación familiar, siendo motivo de institucionalización.

La ansiedad en un paciente con demencia puede ser indicativa de posibles molestias físicas o emocionales, malestar/disconfort, dolor, miedos, desorientación, estreñimiento, infección urinaria, neumonía, efectos adversos de fármacos anticolinérgicos, sobreestimulación u otras necesidades no cubiertas. Las situaciones que pueden conducir a la ansiedad incluyen: cambios en el domicilio, viajes, hospitalización, presencia de invitados, cambios en el cuidador o el miedo y la fatiga.

El objetivo de este artículo es intentar manejar este problema, para intentar así reducir la ansiedad y agitación en estas personas, con estas sencillas pautas:

 

Crea un ambiente de calma

Elimina los posibles factores que desencadenan estrés. Puedes mover al enfermo a un lugar más seguro donde haya objetos fiables y donde pueda descansar y tener privacidad. Estimúlale con cosas relajantes y limita el consumo de cafeína.

Evita los desencadenantes ambientales

El ruido de fondo y los brillos (tener la televisión encendida) pueden constituir factores desencadenantes.

Supervisa la comodidad personal

Comprueba si le duele algo, si tiene hambre o sed, si sufre estreñimiento, si tiene alguna infección o si tiene la piel irritada. Asegúrate de que la habitación está a una temperatura confortable.

Simplifica las tareas y rutinas

No le ofrezcas demasiadas posibilidades de elección.

Aprovecha cualquier oportunidad para hacer ejercicio

Dar un paseo, realizar juntos actividades de jardinería, escuchar música y/o bailar son algunas de nuestras recomendaciones.

 

«Cualquier persona que experimente cambios de comportamiento debe recibir un chequeo médico completo, especialmente cuando los síntomas aparecen de repente. El tratamiento depende de un cuidadoso diagnóstico, de las posibles causas y de los tipos de comportamiento que la persona está experimentando. Con el tratamiento y la intervención apropiada, los síntomas de ansiedad y agitación pueden reducirse

 

Cómo reducir la ansiedad y la agitación en personas con demencia
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