Hora de las visitas

 

Hora de la visita de los niños a su abuelo con demencia

 

Cuando los más pequeños visitan a su abuelo/a con alzhéimer pueden sentirse un poco asustados o confusos. Podemos aliviar sus preocupaciones siendo honestos con ellos, pero siempre de una manera apropiada a su edad. La situación puede cambiar de tal manera, que incluso pueden sentirse cómodos ayudando en el cuidado. Los niños han de ser conscientes de que todo el cambio de sus abuelos es causa de una enfermedad y que ni ellos ni ningún familiar son culpables de su mal humor o la desconfianza.

Hay que destacar que el momento de explicar a un niño que su abuelo/a padece la enfermedad de Alzheimer es difícil de saber. Aunque la enfermedad a veces avanza lentamente, los niños se dan cuenta de esos pequeños cambios, ya se trate del olvido de un nombre, la repetición de una historia o algo similar. Debes estar preparado porque podrán hacerte preguntas.

Cuando decidimos que los niños nos acompañen en las visitas al abuelo/a, es recomendable prepararlos para lo que pueda suceder. ¿Podemos hacer que la hora de visitas a un enfermo de alzhéimer sea un momento agradable? Ten en cuenta estas pequeñas recomendaciones:

 

Habla con los niños antes de la visita

Háblales sobre los cambios que podrían percibir en el abuelo/a desde la última visita. Cuéntales que son cambios propios de la enfermedad y que no tiene nada que ver con ellos.

Establece un límite de tiempo para la visita

Los niños se cansan, al igual que los abuelos. Además si son inquietos y hacen mucho ruido, podría ser contraproducente para el paciente.

Disfruta de las actividades con el abuelo/a

Escuchar música, entretenerse con un juego de mesa, contar historias o escribir un diario juntos.

Propón opciones

Si los niños se sienten incómodos durante la visita, puede que prefieran sentarse en el regazo de un padre a jugar con el abuelo/a.

Encuentra su zona de confort

No dejes a los niños solos durante la visita.

Establece las visitas en intervalos regulares

La enfermedad de Alzheimer evoluciona gradualmente. Si transcurre demasiado tiempo entre una visita y otra, los niños pueden percibir cambios mucho más dramáticos en el comportamiento del abuelo/a.

Habla con los niños después de la visita

Pregúntales si tienen dudas y ayúdales a entender por qué el abuelo/a se confunde.

 

La honestidad es la mejor opción que puedes escoger. Decir la verdad puede ayudarles a desarrollar habilidades para afrontar la enfermedad. Si no saben lo que está pasando, los niños pueden sentirse culpables del comportamiento de su abuelo/a.

 

Qué hacer cuando visitamos con los niños al abuelo con alzhéimer
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